El ajuste de chips es la forma más eficaz y sencilla de aumentar la potencia y el par del motor de su automóvil. Las unidades de control electrónico (ECU) de los motores modernos contienen un programa informático bastante complejo, según el cual la unidad de potencia desarrolla su potencial manteniendo los estándares medioambientales.

Los motores turbo sobrealimentados, tanto de bencinero como diésel, son los más eficaces para realizar tuning. El programa de fábrica de estos motores suele utilizar sólo entre el 50 y el 60% del potencial de los componentes de la unidad de potencia.

Al cambiar el software, es posible lograr hasta un 30% de aumento en la potencia del vehículo sin reducir su vida útil. Los propios fabricantes de automóviles recurren a esta técnica, vendiendo diferentes autos con el mismo motor, pero con un programa de control modificado..

Numerosos sistemas ambientales también imponen sus propias limitaciones al umbral de potencia máxima. Catalizador, filtro de partículas (DPF), inyección de aire secundario, recirculación de gases de escape (EGR), AdBlue… – Los componentes de estos sistemas tienen una vida útil muy limitada. Y sustituir, por ejemplo, un catalizador o un filtro de partículas (DPF) por uno nuevo puede ser muy costoso.

Es posible eliminar estos sistemas por completo. Se modifican las piezas mecánicas y desactivamos correctamente el diagnóstico de estos sistemas en el programa de control, como si nunca hubieran existido. Al mismo tiempo, sin un catalizador obstruido y con un nuevo programa de gestión del motor, su vehiculo será mucho más dinámico que no lo reconocerá.